Un pedagogo y reeducador, a lápiz

EL MUNDO 2007
Iván Graciano Morelo Ruiz, ganador del Salón de Arte del Magisterio

“A lápiz” es el título de esta obra, ganadora del primer puesto en el XV Salón “Arte del Magisterio”, realizado en agosto de este año. Elaborada en técnica mixta, con los lápices y fragmentos de dibujos espontáneos realizados por los alumnos del autor, Iván Graciano Morelo Ruiz.
Autor: María Carmenza Gómez F.

Es a partir de la lectura de los acontecimientos cotidianos y de las personas que los vivencian que este artista y docente crea una obra de arte para reflexionar y pensar en lo que hace.
Por primera vez Iván Graciano Morelo Ruiz, docente de 39 años de edad y amante de la educación y el arte, participa en el Salón Arte del Magisterio, pero no es la primera que pasa por una exposición colectiva de artes plásticas, sino que lleva 20 en su haber, en las cuales sus obras son más que una obra de arte; el fruto de la reflexión y la lectura que hace del contexto donde se desenvuelve su labor como profesor.

Desde que Morelo inició su labor como docente, hace más de 15 años, se ha interesado en observar la relación que sostienen sus alumnos con los objetos cotidianos del aula de clase o del contexto familiar y social. Constantemente hace lecturas y relecturas de la forma como los chicos y las chicas usan y dejan el tablero, los lápices, los cuadernos, los libros, los colores, los pupitres, en suma, todo lo que tienen a su alrededor durante el proceso de enseñanza.

Fue por eso que se le ocurrió hacer la obra “A lápiz” a partir de experiencias concretas que se ocurren en el contexto escolar, de realidades que están ahí, y que considera que hay que señalarlas o significarlas desde lo social.

“Me he dado a la tarea hacer una investigación de la pedagogía que utilizamos los docentes desde el arte, por más de 5 años, con una mirada limpia, transparente y escrutadora”.

Proceso íntimo y colectivo

“La obra ‘A lápiz’, la hice con elementos contidianos de la escuela pero con una fuerte carga simbólica, afectiva, emocional y psicológica. Tuve en cuenta un tablero verde porque creo que los ‘profes’ tenemos las retinas de ese color, más de 1000 lápices pequeños que recogí en diferentes escuelas del área metropolitana, esos que ya no le caben en los dedos a los niños. Pequeños lápices mordidos, marcados, partidos por la mitad, algunos con puntas por lado y lado, y dibujos que los estudiantes de manera clandestina hacen en los cuadernos. Grafías intimas, esa que la escuela considera profana, pero que investigado bien que hay detrás de cado uno de esas manifestaciones, se puede hacer una lectura de la situación social que a diario viven los estudiantes en su entorno familiar entre otros”.

Iván Graciano siente que esta obra no es sólo suya, porque es un producto creativo individual y colectivo, porque en ella el artista aportó la idea y los conceptos que quería reflejar y los niños donaron los objetos y los dibujos.

“Estos también me permitieron recoger y visualizar como el proceso de lecto-escritura de los niños muestra las falencias y fortalezas que adquieren los niños en el proceso de aprendizaje, pero también dejan ver el nivel de compromiso de los docentes que los guían”, explica Morelo.

El arte es para sensibilizar

La propuesta plástica que llevó este docente al Salón de Artes del Magisterio busca estimular individualidades y si es el caso estimular esquemas mentales.

Según explicó Morelo, la ubicación de los lápices en forma vertical son un símil de la verticalidad de la educación, de los temores, de los obstáculos, de la violencia intra-familiar y del conflicto en nuestro país. Mientras que la posición horizontal de estos en el otro cuadro, invitan a abrir el diálogo entre la comunidad educativa, a fomentar una educación más horizontal, dado que los alumnos son pensantes y están llenos de contenidos y significados que les da el mundo global-

Valor del premio

Para Iván Graciano la importancia de haber ganado este premio en el XV Salón de Artistas del Magisterio tiene un precio invaluable, que es permitirle al docente expresar sus ideas y ponerlas en común con la comunidad a la que pertenece.

“Es por eso que en la institución educativa donde trabajo, Bernardo Arango Macías en el municipio de La Estrella, en el mes de octubre vamos a exponer las obras, incluida la mía, para que los niños la vean, mejor dicho, para devolverles lo que me aportaron, porque el maestro tiene que ser un artista en su clase y ésta debe ser una obra de arte”, dijo Morelo.

Experiencias como esta son una motivación para el gremio de los docentes y para los alumnos que comienzan su trasegar por el mundo del arte.
Salón de Arte
La Secretaría de Educación para la Cultura, consciente de la necesidad de tener maestros sensibles al arte que puedan guiar a los jóvenes del presente hacia un mejor futuro y una sociedad más humana, equitativa y en armonía; además, con la certeza de la importancia que tiene en la formación de los niños y jóvenes el desarrollo de la creatividad y la introducción del arte en su sistema educativo, organiza desde la década del ochenta el Salón de Arte del Magisterio.

La versión XV de este Salón no sólo estimula con exhibición de los trabajos de los maestros vinculados con al arte, sino que premia a los artistas que ejercen como maestros, con la entrega de tres únicos premios:

- Primer Premio: $4.000.000 (cuatro millones de pesos)

- Segundo Premio: $3.000.000 (tres millones de pesos)

- Tercer Premio: $2.000.000 (dos millones de pesos)

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